Descripción de la operación

Breve explicación del procedimiento

La operación comienza con una incisión cutánea mínima de 2 a 6 cm de longitud, directamente sobre el centro del defecto herniario más grande y con la disección y separación del saco herniario. En el caso de las hernias incisionales grandes, la incisión se amplía según sea necesario. No obstante, se recomienda la apertura mínima del saco herniario para proteger la cavidad abdominal. En caso necesario, se continúa con una adhesiolisis abierta o laparoscópica.

Elevando la pared abdominal mediante diversos ganchos largos y delgados, se delimita cuidadosamente el orificio herniario (principal) en todo su perímetro.

Tras la fijación del orificio herniario con pinzas fuertes, el peritoneo se libera en toda su periferia del orificio herniario y de la pared abdominal, con un radio inicial de 2 cm.

La hoja posterior de la vaina del músculo rectos se abre a lo largo en los cuatro cuadrantes, aproximadamente 1 cm hacia fuera del borde medial del músculo recto, en función del tamaño previsto de la malla sintética.

Mediante el uso de ganchos largos y delgados y visualización endoscópica, la hoja posterior se separa con instrumentos laparoscópicos de la vaina del músculo recto. En la línea media, se efectúa la preparación preperitoneal asistida por endoscopia: El peritoneo se separa de la línea alba.

La preparación extraperitoneal total adicional se realiza por vía transherniaria, ya sea bajo visualización directa con instrumentos laparoscópicos o con asistencia endoscópica.

Tras la preparación de una cavidad extraperitoneal de aproximadamente 10 cm de diámetro y del cierre del peritoneo, puede continuarse el procedimiento por vía endoscópica después de la insuflación de gas, de manera similar a una operación de hernia inguinal totalmente extraperitoneal.

Los trocares se insertan después del adecuado cierre o sellado de la herida por vía transherniaria. La endoscopia también puede efectuarse con puertos únicos.

Respetando cuidadosamente los vasos sanguíneos y los nervios, ahora puede disecarse y liberarse de forma extraperitoneal todo el compartimiento del músculo recto desde la región retroxifoidea hasta la región retropúbica.

En caso necesario, se efectúa el cierre de la diastasis del músculo recto con asistencia endoscópica, pero sin ampliar la incisión.

Por lo general, la hoja posterior de la vaina del músculo recto queda abierta con el peritoneo medial completamente cerrado.

Después del cambio de guantes, de una nueva desinfección de la piel y de la irrigación de la herida con solución de Ringer más gentamicina, se introduce en la cavidad extraperitoneal (sin que entre en contacto con la piel) una malla sintética estándar de poro grueso en forma de rollo doble y se despliega con asistencia endoscópica.

La malla sintética debe sostener por debajo el defecto herniario en todo su perímetro, con un exceso de al menos 5 cm. Es posible implantar mallas muy grandes.

Para la hemostasia, se coloca un drenaje de Redon de 8 Charriere entre la pared abdominal y la malla sintética.

A continuación, el orificio herniario se cierra sin tensión y en función de la anatomía del paciente sobre la malla sintética. La fijación de la malla sintética solo es necesaria cuando el orificio herniario no se puede cerrar por completo y existe una formación de puentes en el defecto herniario.

La técnica MILOS también permite llevar a cabo reparaciones de hernias de la pared abdominal lateral y separar componentes posteriores.

Tras la separación asistida por endoscopia de los componentes posteriores, la preparación del compartimiento de los rectos se puede extender al compartimiento lateral.